La inspección de calidad del producto es un proceso sistemático y de múltiples etapas crucial para asegurar que los artículos cumplan con las especificaciones predefinidas y las expectativas del cliente. Típicamente, comienza con el Control de Calidad de Recepción (IQC), donde las materias primas y los componentes se verifican contra los estándares antes de la producción. Durante el proceso de fabricación, el Control de Calidad en Proceso (IPQC) implica comprobaciones y monitoreo continuos en varios puntos de control para identificar y corregir desviaciones en tiempo real. Finalmente, se lleva a cabo una Inspección Final Aleatoria (FRI) o Inspección Pre-Envío exhaustiva en los productos terminados. Esto implica el muestreo estadístico de unidades de un lote completo para probar rigurosamente la funcionalidad, durabilidad, dimensiones, estética e integridad del embalaje. Los datos de estas etapas se registran y analizan meticulosamente, no solo para clasificar las piezas defectuosas, sino también para identificar las causas raíz e impulsar la mejora continua en el proceso de producción, asegurando una excelencia consistente.