Rentable:Los frascos se encuentran entre las opciones de embalaje más económicas. Esta es su mayor ventaja, manteniendo bajos los costos del producto.
Fácil de usar:Fácil de abrir, cerrar y sacar producto. No hay ningún mecanismo que se atasque o se rompa.
Ideal para texturas espesas:Perfecto para cremas y bálsamos limpiadores ricos, espesos, untuosos o con textura que serían difíciles de dispensar de un tubo o bomba.
Fácil de trasvasar:Puede transferir fácilmente el producto a un frasco más pequeño para viajar.
Buena superficie para la marca:Proporciona un amplio espacio para etiquetas y diseño de marca.
Mala higiene (El mayor problema):La crema limpiadora se usa típicamente con dedos sucios. Cada vez que sumerge los dedos en el frasco, introduce bacterias, aceites e impurezas de su piel y del medio ambiente en todo el producto. Esto puede provocar contaminación, deterioro y una vida útil más corta.
Exposición constante al aire:Cada vez que se abre el frasco, el producto se expone al aire, lo que puede provocar:
Oxidación:Algunos ingredientes beneficiosos pueden degradarse.
Evaporación:El producto puede secarse o cambiar de consistencia con el tiempo.
Desperdicio de producto:Es difícil sacar hasta la última gota de producto del frasco, especialmente de las esquinas y los lados.