Sellado hermético: Cuando la tapa está cerrada, el envase crea un entorno sellado que protege el bálsamo de la exposición al aire. Esto es crucial porque muchos desodorantes naturales contienen aceites y mantecas que pueden oxidarse y secarse si se exponen al aire, preservando la eficacia, la textura y el aroma del producto.
Barrera contra la contaminación: El tubo y la tapa actúan como una barrera física, protegiendo el producto del polvo, la suciedad, la pelusa y otros contaminantes externos, manteniendo la higiene durante toda su vida útil.
Exposición mínima de la superficie: Solo la superficie superior del bálsamo está expuesta cuando la tapa está quitada, a diferencia de un frasco donde todo el contenido está expuesto cada vez que se abre.