Reducción Drástica de Residuos Plásticos: Esta es la ventaja más destacada. La mayoría de los envases de bálsamo utilizan tubos de cartón compostables de empuje o frascos de vidrio reutilizables, eliminando la necesidad de los complejos mecanismos de plástico no reciclables de los desodorantes estándar.
Compostable y Biodegradable: Los tubos de cartón a menudo se pueden compostar en instalaciones industriales o se descompondrán mucho más rápido en un vertedero en comparación con el plástico, que persiste durante siglos.
Contenedores Reutilizables: Los frascos de vidrio tienen una larga vida útil después de que se termina el bálsamo. Se pueden limpiar y reutilizar para innumerables propósitos (por ejemplo, guardar productos de tamaño de viaje, manualidades, especias o bálsamos caseros).
Sistemas Rellenables: Algunas marcas ahora ofrecen estuches exteriores duraderos y de larga duración (a veces hechos de metal o plástico resistente) que compras una vez, y luego solo compras recargas compostables o reciclables. Esto crea un sistema circular con un mínimo de residuos.