El electrolito de una batería de iones de litio suele contener disolventes de hidrocarburos que alimentan el fuego. Si no se controla, pueden producirse temperaturas extremadamente altas.
El uso de una manta ignífuga para vehículos eléctricos minimiza el potencial de combustión al privar al fuego de oxígeno. Esto inhibe el fuego y, en consecuencia, las temperaturas bajan rápidamente, lo que reduce los posibles daños a los vehículos y propiedades circundantes.
La manta ignífuga para vehículos eléctricos puede ser desplegada fácilmente por dos personas y se suministra en una práctica bolsa de almacenamiento para protección y facilidad de transporte.




